domingo, 28 de agosto de 2016

FIN DE VERANO. REGRESO AL CAMPAMENTO DEL ROBLEDO EN 2.016

...por Manolo Rincón


Aprovechando el final del verano iba hacia La Granja con una amiga y de repente apareció en la carretera un cartel anunciando el Área Recreativa del Robledo.
No pude reprimir el deseo de enseñar a mi amiga aquel lugar donde pasé dos inolvidables veranos por los años 67 y 68 del pasado siglo. Han pasado ya casi 50 años y quedan recuerdos y vivencias que parecen enteramente de otra época. Voy a tratar de trasmitirlos a los nostálgicos que seguro recuerdan aquel mundillo tan peculiar. Así se lo conté a mi amiga.

El primer recuerdo para mí, era la entrada, donde se hacían las guardias. Ya vi que 





no existía el antiguo pórtico que daba acceso a la avenida principal. Entrando recordé el “Llano Amarillo”, donde el Cristo de Robledo presidía todos los actos y donde íbamos a misa de campaña, que no recuerdo si era obligatoria.


Es difícil reconocer ya los antiguos comedores reconvertidos y no sé qué uso que se da a este espacio que ahora parece en total decadencia. No sé tampoco quien será el propietario actual, si es que lo tiene. No pertenece a Defensa.
Recorrí aquellos lugares en los que se montaban las tiendas. Recordé la jura de bandera un 18 de julio, como cantábamos Margarita, los malditos, el ser padre…
Aquellas teóricas estúpidas, donde te enseñaban que si había una explosión nuclear te tirases al suelo mirando para otro lado. Un sabor agridulce vino a mi ánimo contando a mi compañera todos los sudores que allí pasamos, mucho calor y mucho frio, tormentas y marchas durísimas como la de la Bola del Mundo.
Y todos los recuerdos: Ya veníamos en el autobús con espíritu resignado de malditos, cantando aquello de que “las íbamos a pasar muy putas”. Las novatadas con un padre disfrazado de capitán levantándonos a las 3 de la mañana. El capitán Macheti que nos enseñaba a sumar resistencias en paralelo y nos mostraba los equipos de radio de campaña. No recuerdo ya el nombre del teniente, ni del sargento que era de IPS y nos hacía marcar el paso ensayando la jura de bandera. Yo estaba en Ingenieros-Transmisiones. Por suerte en mi tienda (que era de 14), estábamos los compañeros de clase de la Escuela.
De todo aquello queda ya poco. Algunos nostálgicos como yo paseando por la zona, todos mayores de 60.
No tenía yo gran espíritu militar y salí sargento después del segundo campamento, dejando de ser caballero aspirante para pasar a ser suboficial eventual.

Aspecto actual del Llano Amarillo 

Cartel que sirve de recordatorio de “El Robledo”

Restos de la “Línea Pérez” o Pista Americana, donde tan mal lo pasábamos

Lo que fue pista de atletismo

Por último recordé a mi amiga lo que era “Villa Braga” (que no pude localizar, no sé si ya la han drerribado) y los autobuses para irnos el sábado a Madrid, con permiso de la autoridad competente.
Alguna vez fui a Segovia, a aquel baile al aire libre que montaba un bar para nosotros los sábados y donde las segovianas venían a ligar.
Nos fuimos y he de reconocer que en el fondo añoro ahora aquel campamento en pleno funcionamiento. Algo ya que ha quedado para la historia. Creo que hubo IPS hasta 1974 que se cambió por la IMEC y que hay una asociación de antiguos caballeros.
Hubo una película “Quince Bajo la Lona”, que reflejaba aquel Campamento. La recomiendo pues recrea muy bien el escenario, aunque cae a veces en la sensiblería.





viernes, 5 de agosto de 2016

EL JUEGO DE DE ADIVINAR UN CASTILLO

...POR JOSE LUIS CERDÁN

Siguiendo el juego iniciado por Kurt aquí teneis otro castillo para adivinar

Pistas:
1ª Se accede a pie mediante una fuerte subida.
2ª De origen musulmán, era parte de un sistema defensivo.

3ª Tuvo importancia en la represión de los moriscos de principios del S. XVII.






miércoles, 3 de agosto de 2016

UN CASTILLO PERDIDO

...por Kurt Schleicher

   Estando en plena canícula veraniega, se me ha ocurrido plantear un entretenimiento para los que les gusten los jueguecitos de adivinanzas.

    Por mera casualidad me enteré de la existencia de un castillo del que nunca había oído hablar, buceando en un lugar de ésos que se dedican a información turística. Tomé buena nota, pues parecía ser atractivo.
    Como solamente estaba de paso, no tuve más ocasión que sacar un par de fotos y he tenido que dejar la visita del interior para otro día; hace poco tiempo que es visitable.

    Lo sorprendente es el buen estado en el que está; no parece que haya sido reconstruido nunca. Tampoco es de extrañar, pues se le conoce como la “fortaleza inexpugnable”. Hasta hace poco tiempo ha estado en el ostracismo, y ahora se está restaurando por dentro para hacerlo más atractivo al visitante. Llama la atención también por las vistas que tiene sobre una inmensa llanura, desde la que domina la región; sin embargo, como se confunde con las montañas, no es fácil distinguirlo desde lejos. Es también un buen ejemplo de aprovechamiento de la orografía, por lo que se le podría tildar de “castillo inteligente”.
   Está localizado sobre un antiguo asentamiento de la Edad del Bronce y celtibérica, a juzgar por los restos encontrados allí. Fue inicialmente un castillo musulmán y después pasó a ser cristiano. En el siglo XIV fue reformado y desde entonces tiene el aspecto actual. Fue usado como cárcel durante bastantes años y más recientemente utilizado durante las guerras carlistas en el siglo XIX.

   Y éstas son las pistas que puedo dar, junto con alguna de las fotos que le hice.

¿De qué castillo se trata?