viernes, 30 de noviembre de 2018

¿SOMOS FELICES LOS ESPAÑOLES?


  Por Kurt Schleicher

   Para contestar a esta pregunta debemos asegurarnos primero de dos cosas:
-        Tener medianamente claro lo que entendemos por “felicidad”
-        Que la fuente de información sea mínimamente fiable

   En cuanto a la felicidad, así, sin más explicaciones, resulta ser algo muy subjetivo; para unos será lo que se siente cuando te ha tocado la lotería, para otros cuando se han alcanzado determinados objetivos o metas en la vida, para otros besando al chico/chica que te gusta, y así muchas otras de lo más heterogéneo. Hay una tendencia innata a asociar la felicidad con las expectativas, pero eso es falso; se suele ser más feliz disfrutando del “durante”, pues una vez alcanzada la meta, tras un breve plazo ya no se siente el cosquilleo de la felicidad. ¿Entonces? 

   Veamos la definición de felicidad en el diccionario de la RAE: “Estado de grata satisfacción espiritual y física”. Bueno. No está mal, pero en lo que coincide la mayoría es que se trata de una sensación de “bienestar subjetivo”. La siguiente pregunta que le surge a uno es: “Muy bien, pero ¿qué es lo que determina la felicidad?” Ahí ya hay que echar mano de un especialista, como la doctora y psicóloga Sonja Lyubomirsky, con varios libros sobre este tema a sus espaldas. Para ella, el 50% del nivel de la felicidad de una persona está determinado por la genética, un 10% depende de la situación y circunstancias de la vida y el restante 40% está relacionado con las decisiones que tomemos y, por lo tanto, su control depende de nosotros mismos. Dicho de otra forma: que el 60% está predeterminado y que sobre el 40% restante podremos hacer algo si acertamos. No deja de ser sorprendente lo de la genética, pero es que hay que tener en cuenta que según sea nuestro carácter, optimista o pesimista, alegre o triste, extrovertido o introvertido, etc. estaremos más o menos cerca de alcanzar cierta felicidad.
    En cualquier caso, para no complicarlo más, todo indica que la felicidad se puede asociar con el bienestar; no le demos ya más vueltas.

   Volvamos al título: ¿somos felices los españoles? Parece por lo anterior que tenemos que preguntarnos si estamos en un nivel de bienestar aceptable y de ahí deducir si somos más o menos felices. ¿Se han hecho encuestas relativas al bienestar de los españolitos? Pues parece que sí; hay un informe de la Fundación BBVA que parece muy serio y solvente a este respecto: “Las facetas del bienestar”.

    
     (Se trata de un documento público de 11Mb; si alguien siente curiosidad y quiere profundizar, el informe está disponible en la dirección:

    En este informe aparecen una serie de tablas y gráficos comparativos con otros países europeos, al menos los más relevantes, como Francia, Alemania, Italia, Reino Unido, Países Bajos y Portugal. Para cubrir más información comparativa, se ha añadido una media con los 34 países de la OCDE.  No hay más que mirar cómo está colocada España para cada una de esas facetas y sacar nuestras propias conclusiones; algunos de esos aspectos están afectados en mayor o menor medida por la crisis de los últimos años, naturalmente.
    Hay una tabla general en la que se valoran para cada país las facetas que conforman el bienestar en el año 2014, es decir, hace cuatro años:

    
   Es evidente que las interpretaciones suelen ser subjetivas, pero estarán basadas al menos (si el informe es verídico) en datos objetivos.

  Dejando a un lado los aspectos en los que España está más o menos en la media, me he fijado en aquellos parámetros en los que destaca España, sea en lo positivo como en lo negativo, así como en aquellos que además puedan tener mayor influencia en la felicidad: riqueza, salarios, salud, educación, conexiones sociales, seguridad, medio ambiente y la más importante a este respecto: “satisfacción con la vida”. Insisto en que mi interpretación es subjetiva, pero al menos está basada en datos objetivos.
  Me ha salido esto para España, adornado con el código de colores tan de moda últimamente:

-        Renta y riqueza: ……………………………………..  Muy mal.
-        Empleo y salarios: …………………………………...  Bastante mal
-        Salud: ………………………………………………… Bastante bien
-        Educación: …………………………………………..   Muy mal
-        Conexiones sociales: ……………………………......   Muy bien
-        Seguridad ……………………………………………   Bastante bien
-        Medio ambiente:  …………………………………...   Bastante bien
-        Satisfacción con la vida:  ……………………….......   Bastante bien, aunque ha ido bajando.

 A ver cómo interpretamos esto.

 Todo indica que somos unos pobres zopencos, con salarios bajos y muchos parados. Sin embargo, tenemos una salud de hierro, podemos salir de noche con tranquilidad (¿?), tenemos un nivel de sociabilidad altísimo y el entorno nos parece bastante aceptable. Como resultado de todo eso, resulta que nuestro nivel de satisfacción con la vida es bastante bueno, es decir, somos de los más felices de Europa (¡!).
   Esto vuelve a demostrar que la felicidad se asocia sobre todo a la salud y a la comunicación con los demás, a no ser que por ser tan burros seamos inocentemente felices. Se vuelve a confirmar que el dinero no da la felicidad; sin embargo, parece que dinero y trabajo no resultan ser objetivos prioritarios para esa satisfacción, lo que no deja de ser sorprendente. ¿Seremos como los avestruces metiendo la cabeza bajo tierra para no ver la realidad o será porque en España hay mucho sol, flamenco y fiestas? Quizás sea que nos queremos distraer para no acordarnos de lo otro, pero no deja de ser algo contradictorio.

   Profundicemos un poco más. Hay más gráficos en el informe que quizás nos arrojen más luz para entender esto. Veamos el nivel de renta y lo ricos que somos.


    ¡Madre mía del Amor Hermoso! ¡Somos los últimos si comparamos nuestro nivel de renta con el resto de los países! ¡Y estamos razonablemente satisfechos! ¿Será cierto eso de que el dinero no da la felicidad?
    Veamos otro parámetro que tiene gran influencia en ser felices: nuestra salud.

   
   ¡Vaya! Somos de los mejores; sólo nos gana Italia. Visto así, debe ser por el efecto beneficioso de la dieta mediterránea y el sol: tomar vino tinto, aceite de oliva virgen extra, pescado, verduras y legumbres contribuye de forma importante a la salud. Y la salud sí que da felicidad, porque si no la tenemos no será fácil que seamos felices, desde luego.

    Echemos una ojeada a otro factor interesante; el de la seguridad. Está claro que si viviésemos en un país como Irak o Siria en los que en cuanto salgamos de casa pueden pegarnos un tiro nada más pisar la calle, no seríamos nada felices. Si, por el contrario, podemos salir por la noche con tranquilidad y tener la oportunidad de pasarlo bien con otras personas, seremos algo más felices, sin duda. Veamos dónde estamos colocados:


  
  ¡Vaya! No está mal, pues al menos estamos con los de cabecera y muy por delante de los países de la OCDE.  Así no me extraña que vengan tantos turistas, a ver si se les pega algo de lo que les falta por allá…
   Después de todo esto, a ver qué resulta a partir del parámetro o faceta más relevante para la felicidad: la propia satisfacción con la vida:

   
   ¡Vaya sorpresa! Pues resulta que estamos nada menos que los segundos, después de Portugal y por delante de los países de la OCDE. ¿Será casualidad que estemos en cabeza los dos países de la península Ibérica? ¿Será verdad entonces todo eso del efecto del sol y la buena y saludable comida? Recuérdese que el bacalao a la portuguesa es de lo más exquisito y saludable que hay…
    La cosa tiene todavía más mérito si recordamos que en esos años tanto Portugal como España estaban al borde de la quiebra y esperando que vinieran los hombres de negro a “salvarnos”: más aún, en esos años muchos españoles y portugueses empezaron a sacar su dinero de los bancos por si pasara lo mismo que en Grecia y llevarlo a esos otros países que sobre el papel parecían estar menos satisfechos. Otra contradicción.

      Echando otra ojeada al informe, de repente salta a la vista algo en lo que somos los mejores. ¿Qué será? Veamos:


  ¡Otra sorpresa! O sea, que los que menos renta o riqueza poseen, se lo gastan todo en pisos propios (y en hipotecas, claro). Después de eso, ya no nos quedarán posibles para otras cosas más apetitosas, ni para salir, ni para ir de farra y encima tenemos que estar continuamente preocupados por pagar los plazos de la hipoteca. ¿Es eso ser feliz? Pues que venga Dios y lo vea. A lo mejor es que somos más inconscientes. ¿Será verdad eso de joxxxxs pero contentos?
  Quizás todo tenga una explicación; para el españolito es muy importante poseer un lugar de su propiedad donde sentar sus reales y desarrollar su familia y de paso invertir en algo que pudiera ser de utilidad para sus descendientes. Hombre, ya se ha visto con la crisis que eso no es del todo verdad, pero es que los alquileres también han empeorado un rato largo (mayor coste, inseguridad, competencia de pisos turísticos, etc.). Resultado: se siguen vendiendo más pisos que en otros países. 

  Mirando al futuro, no hay que olvidar que ese nivel de satisfacción está bajando (o lo hacía en 2014) y que la educación está muy relacionada con ese futuro, el de nuestros hijos, así que la perspectiva no parece ser demasiado buena a medio o largo plazo.

   Mirando hacia atrás sin ira y con la natural sorpresa, resulta que todo indica que los españoles somos “bastante” felices, pese a ser pobres y gastarnos lo poco que tenemos en pisos e hipotecas, alimentando más a los bancos que a la progenie. Bueno, eso tampoco es del todo verdad, pues como existe mucha unión y apoyo familiar, parte de la carga se la llevan los abuelos, que salvo excepciones, están a dos velas si tienen que depender de las pensiones.
  En fin, al menos de salud bien, gracias; ande yo caliente y …
  Eso sí, la familia, los amigos, el sol y la buena comida también tienen mucho que decir, pero eso de ser pobres y estar satisfechos no deja de ser una contradicción que no parece darse en los otros países. Ahora se comprende mejor eso de “Spain is different...”. A lo mejor muchos turistas de fuera vienen a España para entender cómo es posible que resultemos ser tan felices, mirándonos con envidia, precisamente eso que se nos atribuye tanto a los españoles y que no contribuye precisamente a la felicidad. ¿Será entonces un mito eso de que la envidia es el pecado nacional de los españoles?

   Volvamos de nuevo a la felicidad y a los estudios sobre su determinación. Se afirma que el 50% cuantitativo de esa ansiada felicidad se debe a la genética. Reflexionemos entonces: nuestros genes están directamente relacionados con nuestros ancestros, salvo excepciones de españoles como yo con genes germanos. La cosa se complica, pues venimos de fenicios, celtíberos, romanos, cartagineses, visigodos, árabes… vamos, un tutus revolutus del que no saco muchas conclusiones coherentes. Hombre, la mayoría tiene que ver con el entorno mediterráneo, en particular los andaluces, lo que hace pensar de nuevo en la gran influencia del entorno y la dieta mediterránea en la felicidad. ¿Serán más felices los andaluces que los demás? Hombre, como Comunidad Autónoma es de las más pobres, hay quien afirma que en la enseñanza/educación no andan muy boyantes, pero, eso sí, les gusta el flamenco y las fiestas cantidad. También tienen más sol, con lo que su nivel de vitamina D aumenta y con ello la salud. Y se pasan el día en la calle; desde luego tienen toda la pinta de ser más sociables que los catalanes, que con tanta manía de independentismo, más que unirse lo que quieren es separarse… y eso tampoco es muy proclive a incrementar la felicidad. ¿Habrá que mirarse entonces en el espejo de los andaluces para ser un poco más felices?

   Resumiendo: todo indica que los españoles no somos tan envidiosos como nos atribuye la fama, pero, eso sí, somos contradictorios y todavía nos sentimos injustamente inferiores a otros países situados más al norte, pero, por otra parte, también somos más extrovertidos y sonreímos más, cosa que a lo mejor tendemos a perder si es verdad que nuestro nivel de satisfacción desciende en lugar de aumentar. ¿Nos estarán contagiando?. Sin embargo, es muy posible que en nuestros genes esté incrustado eso de “a mal tiempo, buena cara” y que tan sólo por esta razón nos acerquemos a un nivel de felicidad más que aceptable. Que por lo menos nos quede eso…

KS, noviembre de 2018

miércoles, 28 de noviembre de 2018

JOSE MARIA ABREU, PROFESOR DEL RAMIRO

...por Vicente Ramos

El que fuera gran jugador del Club Estudiantes, Jose Abreu, y quien además fué el que nos enseñó a montones de generaciones a dar los pasos de entrada a canasta cuando teníamos tan solo diez años, desempeñó el cargo de profesor de Educación Física durante muchos años en el Instituto.



Equipo del año 1959
De pié: Garrido, Preston, Abreu, Laborde y Olivares
Arrodillados: Gallego, Díaz Miguel, Perea y Salaverría

Gracias al formidable trabajo de documentación que sobre los desordenados archivos del Ramiro han hecho Rosa María Muro y Manolo Rincón (http://documentos-ramiro.blogspot.com/), han podido encontrar documentos que certifican el desempeño de su cargo de profesor entre los años 1958 a 1970. 



 Firma como director general don Lorenzo Vila
Firma don Pedro Dellmans como secretario del centro




En los documentos anteriores habreis podido observar los emolumentos que percibió Jose a lo largo de los años y fué muy ayudado, dada su frágil salud, por el profesor titular jefe del departamento de Educación Física Antonio Fernández Palacios, por don Pedro Dellmans, a la sazón secretario del Instituto, y sobre todo por Paco Hernández, quien también figura como profesor interino si bien era profesor titular y muy prestigioso del Colegio Estudio. Fué nuestro querido Paco quien tras esta etapa en el Ramiro se llevó consigo a Jose Abreu como profesor ayudante al Colegio Estudio, donde desempeñó su trabajo durante muchos años más.

Paco Hernández

He encontrado una foto muy significativa de un equipo de baloncesto compuesto por profesores en el que figuran, además de Abreu, Miguel Angel García, Antonio Alcántara (profesor del Seminario de Geografía e Historia), el sr. Armada y nuestro compañero José Angel Gárate, quien desarrolló toda su vida profesional en el Ramiro como profesor de Educación Física. A destacar la presencia de Pepín Menéndez, también profesor de Educación Física, como delegado del equipo.


En la actualidad José María Abreu vive en una residencia y de vez en cuando recibe la visita de sus muchos viejos amigos. La última referencia la hemos obtenido de la visita de nuestro compañero Paco Orozco. En la foto del pasado año podeis verle en mejor estado del que actualmente goza, acompañado de Beibi Bensiamar.


He querido presentaros esta foto que sigue a continuación porque en ella se encuentra quien me consta ayudó también mucho a Jose y es el profesor Palacios, Antonio Fernández Palacios quien nos acompañó a Paco Hernández y al equipo escolar del Ramiro al ganar los Juegos Escolares Nacionales en categoría juvenil. 

De pié: Palacios, Paco Hernández, Ceballos, Jaime Moreno, Aito, Miguel Ibáñez y Fernando Calvo
De rodillas: Castanyer, VRamos, Segura y Bergia

Quisiera destacar la presencia de una persona entrañable y es Fernando Calvo, Don Fernando, del que en algún momento os escribiré una semblanza.

Mucho aprendimos de José María Abreu todos los jóvenes jugadores en nuestra etapa inicial, por lo que desearía que este artículo fuera un testimonio de agradecimiento y homenaje por sus enseñanzas a montones de generaciones de jóvenes madrileños del Ramiro y del Estudio.




martes, 27 de noviembre de 2018

AULA 64 LA EMPRESA MUNICIPAL DE TRANSPORTES (EMT)


AULA 64    26 de noviembre de 2018
Conferencia:
La Empresa Municipal de Transportes de Madrid (EMT), “una vecchia signora”
Ponente:
Francisco Félix González García.

...Por Kurt Schleicher

    Nuestro ponente de hoy podrá tener unos apellidos corrientes, pero desde luego su curriculum no lo es; ser abogado y a la vez entrenador de baloncesto es algo que no se ve todos los días.
   Se licenció en Derecho en 1969 y pasó a la EMT en 1972 como abogado. A partir de ahí, empezó a escalar puestos asumiendo cada vez mayores responsabilidades en la compañía, pasando por Secretario general en funciones desde 1990 y durante diez años, hasta terminar como Director Adjunto a la Gerencia en 2016, año en que se jubiló tras 44 años de nada. Esto significa que se dejó parte del corazón en la EMT; la otra parte pertenece al Estudiantes, donde participó en muchas cosas y en especial como entrenador. La última transparencia de su charla decía “Que viva el Estu y que viva la EMT”; más claro, agua.










   Nos hizo una exposición de la historia de la EMT desde su nacimiento en 1947, por lo que esta compañía municipal tiene la misma edad que la mayoría de nosotros: 71 años. La cosa viene sin embargo de muchos años antes; ya en 1900 se fundó la Compañía Urbanización que pretendía rodear Madrid con un par de tranvías de los de entonces, de tracción animal, pero se quedó finalmente en seis kilómetros por donde hoy está Arturo Soria.
    En 1922 aparece el autobús, haciendo la competencia a los tranvías, pero con poco éxito en esos primeros años, lo cual no fue óbice para fundar una compañía mixta en 1934.
     Durante la Guerra Civil quedó destruido el 90% de lo que constituía el transporte madrileño y dio comienzo entonces una ardua recuperación. Por fin, en 1947 se funda la EMT. Poco después hace su aparición un tercero en discordia: el trolebús; inicialmente lo sacó una empresa privada, pero pronto fue absorbido por la EMT, que disponía así de vehículos con vías por debajo, por arriba y sin vías. El trolebús desaparecería pronto, en 1966. En este mismo año apareció el primer autobús articulado (de Pegaso).
     En cuanto a los tranvías, durarían unos cuantos años más, hasta 1972, con aquellos Fiat que nos acompañaron a muchos de nosotros para acudir al Ramiro. ¿Quién no recuerda el tranvía 61 que venía siempre atestado de pasajeros en la parada de Hnos. Bécquer, tanto que el conductor ya no abría las puertas y las forzábamos para meternos dentro, fuera como fuese?
     Ya sólo quedaban los autobuses, que empezaron a aparecer de todos los colores. Nunca mejor dicho, pues pasaron del azul inicial al rojo en 1973 y después de nuevo al azul en 2007, con el consiguiente gasto en pintura, como nos comenta Francis; “quizás aquello obedecía a razones políticas…”, nos dice.
     En 1974 se crean las líneas de autobuses nocturnos, con gran éxito. ¡Por fin se podía salir de juerga por la noche en Madrid y no tener que conducir si agarrabas una buena kurda!
     Se habían ido creando varias líneas periféricas que fueron absorbidas por la EMT, si bien hoy en día han sobrevivido unas cuantas privadas, las conocidas como “Blasa” y “El Gato”, entre otras.
     Entre 1974 y 1989 se inició la línea especial para el aeropuerto, con gran aceptación por parte de los madrileños; salía de la plaza de Colón.
     En 1987 se creó al abono de transportes y en 1990 se decidió invertir en nuevas tecnologías y en combustibles “limpios”; se apostó por el gas natural en un 70%. Sin embargo, en 2012, los primeros autobuses híbridos fueron un fracaso. El coste subía mucho, y no digamos nada el de los eléctricos; tras muchas vueltas, se compraron 20 autobuses a la compañía vasca Irízar, con buen resultado.
     Existe ya un museo de la EMT, algo impulsado por el propio Francis; lo  podremos visitar cuando queramos. Igualmente, en la antigua sede de Fuencarral se ha instalado un simulador de conducción; Francis nos ha prometido también que nos llevaría allí y pasarlo como niños que seguimos siendo, por supuesto…
   Después de toda esta historia empresarial, nos dirigimos a nuestro habitual restaurante de la Residencia de Estudiantes. Las fotos adjuntas, algunas de ellas realmente cómicas, dan fe de lo bien que lo pasamos. A lo mejor es verdad que estamos volviendo a la infancia.
  KS, 27 de noviembre de 2018















viernes, 16 de noviembre de 2018

ENTREVISTA A AITO GARCIA RENESES

...por Vicente Ramos

Por gentileza del director de la revista THE TACTICAL ROOM, Martí Perarnau, (https://www.martiperarnau.com/categoria/the-tactical-room/) que nos ha permitido reproducir en nuestro blog sus páginas, hoy os traemos una entrevista magnífica de un entendido periodista, Javier Brizuela, que cala en asuntos de gran interés y trascendencia del mundo del baloncesto moderno y a los cuales nuestro compañero Aito García Reneses responde con gran conocimiento y altura de miras. Altura que le da su gran experiencia y haber recorrido todos los peldaños que conducen al éxito como jugador y entrenador. En ella encontrareis temas como la educación de los seguidores germanos, las rotaciones, la proyección de los jugadores, comentarios sobre los europeos aterrizados en la NBA, los entrenadores de Aito, su afán de que el jugador alcance un grado de mejora intelectual y no sólo deportiva, y destacaríamos uno muy interesante como es la creación de la Liga Universitaria con la ayuda de su fundación.
Cuando en la entrevista habla de la Fundación, se refiere a la Fundación Aito García Reneses, El baloncesto como medio de integración social, cuya web podeis visitar en http://www.fundacionaito.org/ 
Esperamos que os gusten estas dieciseis páginas de sabrosas y nada tópicas declaraciones, que en algún momento futuro podremos vivir en AULA64 cuando Aito aterrice por Madrid y nos pueda dedicar una tarde.